Mavys Álvarez, la cubana con la que fue novia de Maradona durante los años que estuvo viviendo en La Habana para tratar su adicción a las drogas, por primera vez, ella se animó a hablar frente a una cámara para contar todo lo que vivió junto al jugador durante el tiempo que duró la pareja.
Era el viernes 1 de septiembre del año 2000 cuando, con sólo 16 años, Mavys se escapó de su madre para pasear por Matanzas. Rubia, delgada, de ojos claros, un hombre le propone algo inaudito: acompañar a Maradona, quien, según él, se encontraba en una depresión y necesitaba a alguien para conversar.
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“Al principio pensé que quien me proponía eso estaba loco. Después supe que era el salvavidas del hotel”, contó Álvarez. A partir de entonces, comenzó una espiral de lujos prohibidos en la Cuba castrista, las drogas y la impunidad bajo la dictadura. Era la primera vez que Álvarez pisaba un lugar como este, ya que los cubanos tenían prohibido entrar a esas áreas destinadas para los turistas.
Maradona estaba en Cuba para rehabilitarse
La estancia se prolongó unos 5 años, en los cuales profundizó su relación con Mavys, a quien intentó conquistar con lujos “Él era un extranjero, un rico y se había fijado en mí. No podía decirle que no.”, dijo la mujer. Dejó en claro que, aunque el jugador se lo propuso en varias oportunidades, ella siempre se negó a participar se fiestas sexuales.
La abogada Laritza Diversent, quien dirige Cubalex, asegura que Maradona no infringió las leyes cubanas con esta relación. “En Cuba no se criminaliza las relaciones con menores de edad. A partir de los 14 años las niñas pueden casarse con el consentimiento de sus padres. Las relaciones sexuales sólo constituyen delito si se realizan bajo estupro, es decir, si el adulto utiliza el engaño o el abuso de superioridad sobre el menor”.
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