Durante un partido realizado el pasado jueves, Kenny Edwards, jugador del equipo inglés de rugby Huddersfield Giants, le metió un dedo en el trasero a Sam Kasiano, del club francés Dragons Catalans.
Kasiano se quejó por esta acción antideportiva, por lo que el árbitro Ben Thaler llevó un informe de los hechos al panel de revisión de partidos de la Liga de Fútbol de Rugby, el organismo rector de ese deporte en Inglaterra.
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El panel determinó que el deportista neozelandés cometió una infracción de grado F, la más grave según el reglamento, y remitió la información a un tribunal, que este miércoles decidió sancionarlo con 10 partidos sin jugar. Edwards se declaró culpable del cargo, por el cual además recibió una multa de aproximadamente 700 dólares.
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